Desde finales del siglo XX se han ido desarrollando diversos convenios por los que los países firmantes se comprometen a conservar lugares de relevancia internacional. La temática cubre desde los valores geológicos hasta la conservación de mares y humedales pasando por lugares peculiares por la armonía entre los usos humanos y la conservación de la naturaleza.
La Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad incluyó por primera vez un capítulo específico para recoger las diversas designaciones internacionales bajo el término genérico “áreas protegidas por instrumentos internacionales”. Son todas aquellas áreas formalmente designadas de conformidad con lo dispuesto en los Convenios y Acuerdos internacionales de los que el Reino de España forma parte (Reserva de la biosfera, OSPAR, ZEPIM, Patrimonio mundial, Ramsar y geoparques).