La posidonia (Posidonia oceanica) es una planta marina protegida, tanto a nivel de especie como por el hábitat que conforma, que nos aporta un sinfín de bienes y servicios. Desde las praderas sumergidas hasta el sistema dunar, la posidonia es un aliado natural para proteger las playas de los temporales, captura CO2, produce oxígeno, da cobijo a numerosas especies y suministran la mayor parte de la arena biogénica de las playas de Menorca. Este papel adquiere aún mayor importancia en un contexto de cambio climático, donde los temporales son cada vez más frecuentes e intensos, y el nivel del mar va en aumento.
Atendiendo al papel clave que tienen las arribazones de restos de posidonia en las playas, en la Reserva de Biosfera de Menorca se aplica el Decreto 25/2018, de 27 de julio, de posidonia de las Illes Balears, normativa pionera para la conservación de esta fanerógama marina. E incluso se va más allá. En las playas naturales no se retiran los restos de posidonia y en las playas urbanas se hace a partir de mayo, cuando la posibilidad de temporales disminuye. Asimismo, acumulamos los restos en zonas habilitadas en el mismo sistema de la playa, de tal manera que cuando acaba la temporada turística, la devolvemos a primera línea de mar para recuperar la arena y proteger la playa. En 2023 se movilizaron un total de 660,5 m³ de posidonia, lo que significa una disminución respecto a 2022 que se movilizaron 1.920,5 m3. Se espera continuar con esta tendencia a la baja, ya que disminuir la cantidad de posidonia retirada de las playas permite trabajar para paliar la tendencia regresiva de las mismas, y asegurar la conservación a corto y medio plazo de los usos y actividades que de ellas dependen.
Esta temporada estival 2024, se ha diseñado una campaña de sensibilización para informar a visitantes y residentes sobre la importancia de la posidonia en la conservación de las playas. El objetivo es poner en valor las playas con restos de posidonia, transmitiendo de forma amena y positiva que la posidonia es un símbolo de calidad, fomentar la normalización y aceptación de su presencia en las playas, y convertir a los usuarios en aliados y colaboradores activos en la protección y defensa de esta planta.