La colaboración entre la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la Diputación de Barcelona y Huawei, dentro de la iniciativa Tech4Nature, ha permitido identificar un punto negro para el águila perdicera, catalogada como en peligro de extinción en Cataluña, con 85 parejas censadas. La rapaz se halló muerta en abril por electrocución en su área de campeo, próxima al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. La electrocución es la principal causa de mortalidad no natural de esta especie en España.
Los transmisores de GPS permitieron identificar la falta de movimiento del águila macho a las afueras del parque, donde iba a cazar. Siguiendo el protocolo, los agentes rurales, el equipo de seguimiento de fauna amenazada Parés&Bosch y los guardas del parque recogieron el cadáver del ave, con signos evidentes de electrocución. La torre eléctrica tiene un diseño peligroso para aves medianas y grandes. La necropsia ha confirmado la muerte por electrocución por contacto con los soportes de la torre eléctrica.
Este suceso coincide con el final de la temporada de puesta del águila perdicera, crucial para asegurar la estabilidad poblacional de esta especie. Ya se ha observado la presencia de un nuevo macho en el nido, lo que genera esperanzas de una futura reproducción exitosa. En otoño, el transmisor se recolocará en el nuevo macho.