
La Reserva de la Biosfera de Doñana celebró las Jornadas de Enoturismo sobre el viñedo, el vino y su patrimonio cultural. El objetivo de las jornadas formativas fue visibilizar la importancia de la zalema, variedad tradicional de uva propia de los vinos del Condado, así como la significación de los ruedos agrícolas como corredores ecológicos, fundamentales para la pervivencia de algunas aves como el alzacola rojizo. Las jornadas, organizadas por el Ayuntamiento de Bollullos Par del Condado el pasado mes de febrero, combinaron sesiones teóricas y prácticas con el objetivo de dar a conocer los recursos socioeconómicos, patrimoniales, culturales y naturales del vino y el viñedo en la zona de transición de la reserva de la biosfera. Esta reserva mantiene vivos sus ruedos agrícolas en varios de sus municipios, formando un corredor de biodiversidad en cuyo mosaico de parcelas se alternan los cultivos de la triada mediterránea, trabajados de forma tradicional en secano, restos de dehesas centenarias, pinares y bosques de riberas.
Las jornadas perseguían también afianzar el nexo medioambiente y sociedad, mostrando la relación funcional entre los núcleos urbanos y sus campos más cercanos. Por eso la formación se desarrolló entre una de las bodegas de la localidad y la salida al paraje Dehesa de San Sebastián, donde se explicaron los valores paisajísticos de la dehesa y el viñedo, junto a aspectos de la poda en la formación de la cepa. Las prácticas y visitas realizadas en la cooperativa vitivinícola de la localidad; el Centro de Interpretación del Vino del Condado de Huelva y otras bodegas aún en funcionamiento, completaron esta acción formativa.
Para su desarrollo se ha contado con la colaboración, entre otras instituciones, de la Fundación Doñana 21, adscrita a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, e instrumento de apoyo para la implantación de la reserva en el conjunto del territorio designado.